Para 2021, el sector de construcción fue uno de los que más tuvo efectos en la reactivación económica del país y la recuperación de los empleos que se perdieron durante 2020.
Esto conllevó a que se marcara una cifra récord en el nivel de ventas, con 239.168 unidades habitacionales, un 17,5 por ciento más que en el 2020.
No obstante, después de este auge, durante el 2022 se ha visto una ralentización de este crecimiento. Datos recientes de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) mostraron que en julio se comercializaron 14.580 unidades. Esto implica una variación negativa de 31,7 % con respecto al mismo periodo del año pasado.
La cifra se dio por la caída del segmento de vivienda de interés social, cuya baja fue del 30,5 por ciento anual y el No VIS, que retrocedió 31,7 por ciento. Un mes atrás, el dato del primer semestre arrojó que en ese lapso se vendieron en Colombia 127.218 viviendas nuevas, para un crecimiento de 2,5 por ciento anual.
Esto muestra un aceleramiento en la caída que se esperaba desde meses anterior. Para analistas del Grupo Bancolombia es también una muestra de que las condiciones del entorno están afectando el buen ritmo que se logró, no solo por las políticas de subsidios directos, sino por el impulso del subsidio a la tasa de interés.
No obstante, este mecanismo con el que se ofrecían 100.000 subsidios que cubrían la mitad de la cuota mensual del crédito durante 7 años, no están contemplados en el nuevo gobierno, que ha argumentado que las ayudas deben enfocarse en las personas de menores recursos.
Los analistas también destacan que un reciente sondeo de intención de compra de vivienda de Fedesarrollo reveló que en julio el interés por comprar este activo alcanzó un nivel negativo de 35,3 por ciento, ahondando su caída tras un mes de recuperación en junio.
“Esta medida da cuenta de un menor apetito por la compra de inmuebles, lo que muestra una pérdida de dinamismo en línea con un entorno más ácido de adquisición de vivienda”, aseguran los analistas de la entidad financiera para EL TIEMPO.
Asimismo, el sector se ha visto impactado por la incertidumbre con los posibles cambios que generaría la nueva reforma tributaria.
Un aspecto que genera escepticismo es el aumento del porcentaje de impuesto de ganancia ocasional, que podría pasar al menos al 20 por ciento, según ha dejado ver el Gobierno, a un 10 por ciento actual, aspecto que, según el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, limitaría el comercio de viviendas usadas y puede estimular la subfacturación de las transacciones.
Esto se suma la idea de volver a gravar con el IVA la venta de inmuebles de más de 960 millones de pesos, lo cual, según la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) terminaría encareciendo los proyectos nuevos de viviendas de interés social (VIS), ya que los terrenos donde se levantarán estas obras se encarecerían por efecto de arrastre.
Fuente: www.portafoilio.co